No hay nada más aterrador que el sonido de una motosierra. Las casas encantadas lo saben. Es por eso que llenan los laberintos de Halloween con el sonido del terror de mojar los pantalones. También es la razón por la que La masacre en Texas ha seguido siendo un clásico de culto todos estos años después. Aunque nunca me gustaría encontrarme con Leatherface en la vida real, huir del villano de terror es un buen momento aterrador en Texas Chainsaw Massacre: The Game.
Una víctima dispuesta
En muchos sentidos, Texas Chainsaw Massacre se juega de manera similar a Viernes 13, en el sentido de que tienes un personaje de terror icónico que intenta cazarte. Sin embargo, en comparación, los consejeros de Crystal Lake lo tienen fácil. Por un lado, las víctimas de la familia Sawyer en la Masacre de Texas, comienzan el juego ya atadas en el sótano. Si bien los consejeros pudieron encontrar refugio en las cabañas de Jason, las víctimas tienen muy pocos lugares donde esconderse.
El entorno y el sonido juegan aquí un papel más importante. Si te mueves demasiado rápido o intentas realizar una acción como abrir la puerta demasiado rápido, la familia Sawyer podrá encontrarte fácilmente. Afortunadamente, puedes aprovechar el entorno a tu favor apretándote a través de huecos o arrastrándote por agujeros para ayudar a poner cierta distancia entre tú y los caníbales.
El objetivo del juego es simple: encontrar una manera de escapar. Si bien sois cuatro en total, Texas Chainsaw Massacre os permite convertiros en lobos solitarios si así lo decidéis. Claro, es más fácil completar los objetivos necesarios para abrir las puertas exteriores si permanecéis unidos. Pero permanecer unidos a menudo me llevó a la muerte en varios partidos. Otros jugadores corrían por los pasillos poco iluminados y llevaban a Leatherface directamente hacia mí.
En otra ocasión, logré llegar hasta la puerta, solo para que el autoestopista se acercara sigilosamente detrás de mí y me apuñalara antes de que Leatherface terminara el trabajo. En realidad, escapar se sintió como un logro. Ahora sé cómo se sintió Sally.
Acelera tu motosierra
Los jugadores pueden seleccionar si quieren jugar como las víctimas o como uno de los miembros de la familia Sawyer. Si bien jugar como víctima era trepidante, ser Leatherface o uno de los miembros de su familia puede ser igual de diabólicamente divertido. Si bien Leatherface es obviamente la estrella del espectáculo, los jugadores no deberían quedarse dormidos jugando como el cocinero o el autoestopista.
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Los tres personajes tienen sus propias fortalezas y debilidades. Leatherface es demasiado fuerte y puede acabar rápidamente con las víctimas, pero también es lento y ruidoso, lo que lo hace fácil de evitar. Mientras tanto, el autoestopista es más bien una amenaza constante, capaz de meterse en los huecos tras la víctima. También tiene trampas, que aproveché colocándolas en las puertas. Ver cómo una víctima intentaba liberarse mientras yo cortaba salvajemente era una táctica sólida.
Mientras tanto, el cocinero actúa más como un explorador, atrapando a los jugadores detrás de candados adicionales y capaz de bloquear el ruido para exponer a los jugadores descuidados desde la distancia. Si quieres ganar, realmente necesitas que una familia se una y evite que alguien escape. Johnny podría ser la estrella del espectáculo con su habilidad para rastrear jugadores a través de sus pasos. Mientras tanto, he jugado menos como Sissy, pero ella tiene una variedad de trampas y demostró ser formidable cuando juega como víctima.
En general, el sistema de nivelación puede resultar un poco confuso al principio, pero con el tiempo empezó a funcionar. Construir a tu víctima o asesino con ventajas hace que el juego sea más fácil, pero ambos lados se sentían equilibrados sin importar cuánto tiempo jugara. Es ser o ser asesinado.
Sobre el Autor
Mateo Wilson
Matthew Wilson es actualmente el editor jefe de Olá Nerd – Juegos. Anteriormente se desempeñó como editor gerente de la marca de estilo de vida Outsider. Matthew también ha trabajado para USA TODAY, Business Insider, Esquire y Psychology Today. En su tiempo libre le encanta viajar y jugar videojuegos, dos pasiones que alimentan su trabajo.
